¡Cuando estás hasta los huevos y ves que no puedes hacer nada! BLOG DE PENSAMIENTO INDEPENDIENTE Y CRÍTICA SOCIAL
viernes
males sociales y los mass media
Por si fuera poco el malestar que nos provocan los medios de comunicación con su bombardeo diario e incesante de todas las noticias más desagradables del planeta; ahora tambien nos debemos de enfrentar a pecho descubierto contra el 80% de la programación de la parrilla televisiva.
El sálvame, el gran hermano, Muejeres hombres y viceversa,... son de los programas de más audiencia televisiva; y curiosamente también los más cutres y bochornosos que te puedas tirar a la cara. Estos programas solo transmiten mierda en varios formatos y con el verduleo por bandera se adentran en los mas profundo de ti para darte las arcadas más profundas de tu vida. Te ofenden como persona y además también atentan contra la ética y la moral mínima necesaria para considerarse humano. Alguno de los lectores pensará que con no poner ese programa llega, por lo menos para esquivar el azote a los infieles de telecinco; pero no cuentan en que valores que tramisten prevalecen en el inconsciente social. Ya no es extraño que niños y niñas sigan estos programas y utilicen los productos que anuncian, porque otra cosa no nos podrán enseñar, queramos o no son lo reyes del márqueting y la publicidad. No se conforman con envenenar la mente de los más débiles y ofender al resto; sino que también nos quieren meter por sabe dios que orificio corporal productos cutres y totalmente innecesarios para ser tan inútiles como ellos.
La conclusión es bien sencilla; en la sociedad se ha perdido cultura, o ¿acaso no es eso lo que el espectador está demandando a diario a través de su mando? está claro que estos programas no se emiten por casualidad y que si son tan productivos es porque millones de personas siguen desde sus casa la cutretelevisión del destape moral; es más fácil ver la mierda ques la vida de los demás y juzgarla; que mirar para tu propio culo y pensar en lo ruinosa que es tu vida. Si es que la sociedad no quiere pensar; a lo mejor algo tendrá que ver los recortes del wert en educación o la depresión social del paro que tantas injusticias provoca a diario y que ya no queremos ver.
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