Definición y análisis:
Fruto del "desarrollo" y el capitalismo, la cola del supermercado es aquella situación social en el que el comprador de bienes de primera necesidad, se sujeta a un mecanismo de orden con unas normas intransgredibles ya establecidas, con el fin de adquirir los productos que el individuo considere necesario para su supervivencia.
Aunque para el comprador el objetivo de la fila pueda ser difuso, para las cadenas de supermercados esta situación ha sido más que estudiada y definida.
Mediante el márketing desarrollado en el punto de venta y otros medios, han conseguido incrementar las necesidades existentes ofertando nuevos recursos, hasta ahora innecesarios. El comprador es reeducado para las nuevos modelos de compra mediante estímulos de refuerzo positivo; este hecho permite el incremento del volumen de compras y también permite que el consumidor llegue a llenar un carro con productos cuyo único valor sea prácticamente el del envoltorio; eso sí, todo adquirido a precio de "mercado".
La disposición de las cajas, no es casualidad, el supermercado obliga a caminar hasta el final de la instalación para adquirir los productos más necesarios. Las trampas de color y luz entre otras, se sortean durante el camino, ya no se compra lo que se necesita, se compra lo que nos mandan camuflado en diseño y estatus social.
Una vez superados los obstáculos, o no; el comprador debe dirigirse a la caja de cobro donde se le asignará una posición en una fila también diseñada con el mismo fin. Aquí, la tensión del comprador se dispara, pero no puede hacer otra cosa que sometese a la espera. Que existan pocos trabajadores operando de cajeros tiene dos intenciones bien definidas, el recorte de los gastos con el fin de obtener los máximos beneficios y con ello conservar los mínimos empleados posibles; y además, promover que el consumidor "siga consumiendo" los artículos más absurdos y edulcorantes de las dependencias. Suelen estar diseñadas como trampa para padres que acudan con niños a hacer sus compras, aunque ningún perfil del consumidor se encuentra exento.
Todas estás técnicas o políticas conllevan la sobre-compra provocada por el secuestro y la acción de los incesantes estímulos, además de la explotación del trabajador exigiéndole un ratio de rendimiento excesivamente elevado, ya que este debe de realizar, salvando excepciones, el trabajo de dos.
Objetivos generales de la cadena de supermercados
-Maximizar las ganancias
-Alterar al comprador para fomentar las ventas
-Engañar de la manera que les sea posible al comprador
-Despojar de toda dignidad al trabajador
-Despojar de toda dignidad al comprador
-Fomentar la servidumbre y la fidelidad negativa
-Secuestrar el mayor tiempo posible al cosumidor
Objetivos generales del consumidor:
-Superar el trastorno psicológico
-Sortear las trampas de luz y color
-Intentar mantenerse en la realidad
-Salir vivo y sin secuelas
Metodología de intervención:
Cuando nos enfrentamos a la situación de tener que acudir a un supermercado, es necesario acudir concienciado del trauma al que nos vamos a someter; puede ayudar conceptualizar la idea de que es imprescindible para la adquisición de alimentos.
Decididos a entrar, es conveniente hacer una lista (mental o escrita) de lo que necesitas realmente, no dejarse llevar por promociones de marcas archiconocidas, ni la seducción del diseño o el estatus social que puedas adquirir a la vez que el producto.
Analizar el entorno puede ser vital, no hacerlo puede dar lugar a agresiones verbales del comprador irritado o a exponerte cuerpo a cuerpo con la tercera edad.
Contingencias:
-Salir sin arruinarse: Los precios de los productos básicos tienen un precio desorbitado y a veces difícilmente alcanzable por muchos de nosotros, adquirir lo mínimo necesario puede resultar imposible debido al propio sistema en el que estamos inmersos; a penas sin trabajo y con salarios míserables.
Corolario a las contingencias:
Es más barato comprar una televisión de última generación cada cierto tiempo, que alimentarte aunque solo sea con arroz a lo largo de toda tu vida. Increíble pero cierto.
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